Hay una hermosa escena en Titanic de James Cameron que rima perfectamente con Alicia en el país de las maravillas. Expresa una vergonzosa sensación de estancamiento y ansiedad interior. En el desayuno, Rose se sienta a la mesa con su madre mientras le cuenta a sus amigas de primera clase vestidas sobre la boda de su hija. Sobre enviar invitaciones, sobre ir a la universidad para encontrar marido, ¡y Rose lo hizo! - sobre la búsqueda de un vestido de novia, sobre el banquete y el menú. Rose está cortésmente sentada en la silla de al lado, pero su mente está huyendo a alguna parte. Mira las otras mesas, y en una de ellas ve a una educada modales, una niña de pocos años (dobla el dedo hacia atrás mientras bebes de una taza, despliega tu delantal así, endereza cuando estás sentado). Ella se ve a sí misma desde hace años. Entonces algo se rompe en Rose. Se da cuenta de que ha estado viviendo en una jaula desde que nació. Ahora empieza a ahogarse. Rose ya sabe que nunca ha encajado en este mundo.