Entre 1940 y 1945, fue suspendido el protectorado internacional sobre la ciudad, ejerciendo la España de Franco la soberanía efectiva al integrarla en el protectorado marroquí.
En la ciudad de Tánger se hallaban instaladas las sedes de las delegaciones diplomáticas en Marruecos desde finales del siglo XIX. La posición de Tánger y su influencia en las relaciones diplomáticas ya se habían convertido en un problema internacional durante la Primera Crisis Marroquí. Desde la instauración del Protectorado Español de Marruecos, la cuestión sobre el estatus y la administración de esta peculiar ciudad venía siendo un rompecabezas en el tablero internacional. El 30 de marzo de 1912 Marruecos fue obligado, bajo la amenaza de invadir el país, a firmar un acuerdo por el que Tánger quedaba bajo protectorado de varios países.
En 1923 fue firmado un tratado que estableció el nuevo estatus del territorio, el denominado Estatuto de Tánger : Según el mismo, la ciudad de Tánger se convertía en un protectorado controlado conjuntamente por las autoridades españolas, francesas y británicas. Hacia 1928, Portugal, Bélgica, Países Bajos e Italia se unieron al gobierno de la ciudad. La administración internacional comenzó oficialmente el 1 de junio de 1925. El predominio francés en todos los ámbitos de la administración pronto se hizo patente, para disgusto de los representantes españoles. Aun así, el 3 de marzo de 1928 el gobierno francés alcanzó un acuerdo con España para incrementar el poder español en el gobierno de Tánger.
En 1927 la ciudad quedó unida por ferrocarril con Féz (en el Marruecos francés) tras completarse las obras que habían comenzado varios años antes la Compañía Franco-Española del Ferrocarril de Tánger a Fez. El nuevo ferrocarril unió el puerto atlántico tanto con el Protectorado español como el Protectorado francés. Ya en 1912 se había tomado el acuerdo para la construcción de este ferrocarril internacional.
Entrados los años 1930, durante este periodo la ciudad se convirtió en un centro de espionaje y en un punto estratégicamente situado en las rutas comerciales y cercano al Estrecho de Gibraltar. Durante la Guerra civil española continuó esta situación, viéndose la ciudad envuelta en el conflicto interno español.