Los monumentos más importantes que han llegado hasta nosotros son la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada. La mezquita se construyó aprovechando materiales antiguos e incorporando el doble arco de herradura como solución frente al atirantado. La Alhambra es el palacio real nazarí, y a la vez una alcazaba ( castillo ).
Muy vinculados al arte andalusí están dos peculiares estilos artísticos de la Edad Media española: el arte mozárabe (el de los cristianos bajo dominio musulmán, o emigrados desde al-Ándalus a los reinos cristianos del norte, donde influyeron de forma notable en el pre-románico local ) y el arte mudéjar (el de los musulmanes bajo dominio cristiano, muchos de ellos especializados en artesanías de la construcción -albañiles, carpinteros, estuquistas-, que caracterizó estilos híbridos denominados románico-mudéjar y gótico-mudéjar, y dejó una gran influencia en estilos de transición al renacimiento español -hispanoflamenco, plateresco, isabelino o "estilo Reyes Católicos" y "estilo Cisneros"-).
La invasión musulmana del reino visigodo (711) significó, en el ámbito artístico y cultural, un cambio de orientación de los modelos, pero también un sincretismo del que la civilización árabe es característica; destacadamente, la reutilización de elementos de iglesias visigodas que se transformaron en mezquitas, lo que implicó la adopción y transformación del arco de herradura.
Hasta 1492, en que desaparece el reino nazarí de Granada, en al-Ándalus se mantuvieron unas condiciones culturales peculiares que le diferenciaron tanto del Islam oriental como del arte europeo. Pero, al mismo tiempo, esta singularidad geográfica y cultural constituyó uno de los factores que repercutieron decisivamente en el despertar de Europa tras los siglos de desunión y letargo que siguieron a la caída del Imperio Romano de Occidente y las invasiones bárbaras.
La conquista musulmana no supuso la extinción de las comunidades cristianas y judías. Unos huyeron al norte, donde formaron un reducto de oposición al nuevo poder instituido en Córdoba y, con el tiempo, constituirían el germen de la posteriormente llamada Reconquista; otros, los cristianos que permanecieron en territorio musulmán, pasaron a ser conocidos con el apelativo de mozárabes.