La Iglesia ortodoxa se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo. Su doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los primeros Siete Concilios, llamados "ecuménicos" que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII. Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica se separaron en el llamado "Cisma de Oriente y Occidente", el 16 de julio de 1054. El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa Oriental gracias al prestigio del Imperio bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.
La Iglesia ortodoxa está en realidad constituida por 14 o, según algunas de ellas, 15 Iglesias autocéfalas que reconocen sólo el poder de su propia autoridad jerárquica (por ejemplo, del patriarca de Alejandría, de Antioquía, de Constantinopla, etc. o la de metropolitanos, si es el caso), pero mantienen entre sí comunión doctrinal y sacramental.
En la actualidad, el cristianismo ortodoxo es la religión predominante en Bielorrusia, Bulgaria, Chipre, Georgia, Grecia, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte, Rusia, Rumanía, Serbia y Ucrania.
Hay comunidades grandes en Kazajistán (44% de la población ), Letonia (35%), Bosnia - Herzegovina (31%), Albania (20%), Kirguistán (20%), Estonia (16%), Líbano (10%), Uzbekistán (9%), Turkmenistán (9%), Siria (4,5%), Croacia (4,4%), Lituania (4,1%), Uganda (4%) y Cisjordania. Se encuentran también en Israel, custodiando algunos de los Santos Lugares, especialmente en Jerusalén.
Debido a la emigración, existen también comunidades ortodoxas importantes en Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.