Un mercadillo es un mercado ambulante que se instala generalmente al aire libre en uno o varios días determinados de la semana. Otros nombres alternativos son: mercado sobre ruedas, mercado al aire libre, mercado /feria de (las) pulgas, feria, rastrillo, bazar, feria libre, zoco, pulguero, plaza, tianguis e incluso mercado de antigüedades, mercado persa, en los casos en los que en ellos se comercia con ese tipo de objetos.
Esta modalidad de «venta ambulante» tiene muy distintas formas dada la gran variabilidad de estos mercadillos (y los productos que ofrecen) alrededor del mundo.
Los mercadillos suelen situarse en lugares públicos o cedidos por el ayuntamiento de la localidad tales como plazas, avenidas, aparcamientos, etcétera.
Características generales
Los puestos suelen consistir en tenderetes que están formados por estructuras metálicas desmontables sobre los que se coloca un tablero a modo de mostrador. Sin embargo, también puede colocarse el género sobre mesas plegables o directamente en el suelo sobre mantas, cestas u otros recipientes. Los productos que se ponen a la venta son de lo más variado: productos alimenticios, prendas de vestir, productos para el hogar, plantas, abalorios, etc. Cada vendedor debe pedir su licencia de venta al ayuntamiento o delegación o municipio, pagar la tasa correspondiente y se le asigna un puesto determinado dentro del recinto.
Los mercadillos gozan de gran aceptación popular por su fama de chollo o regateo, ya que venden productos a menor precio que en los comercios tradicionales. Las razones son variadas:
Las tasas que pagan los vendedores por instalarse son menores que los comercios tradicionales.